Los diez mandamientos de todo opositor a la Carrera Judicial o Fiscal

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE TODO OPOSITOR A LA CARRERA JUDICIAL O FISCAL

Primer mandamiento.- Sé claro.

La mayor parte de los tribunales se quejan de no entender a los opositores. Hace poco me dijo una miembro de un tribunal que al 80% de los opositores no se les entendía.

Muchos preparadores no aleccionan a los opositores sobre ello, pero tiene una vital importancia. Un buen contenido puede arruinarse con una exposición farragosa y poco clara.

Te aconsejo que veas diariamente los telediarios ¿a qué todo el mundo entiende lo que dicen los presentadores? Pues así debes hablar. Si eres conciso, en diez minutos puedes decir el tema.

Pero no sólo eso, de la misma manera que los presentadores miran a la cámara, así debes mirar al tribunal. Eso es lo que los expertos llaman feed back. Debes desarrollar un conjunto de reacciones entre el emisor y el receptor, primero para transmitir que dominas el tema y los conceptos que desarrollas, y, segundo para dar confianza al tribunal que no tienes dudas o titubeos en tu exposición.

Segundo mandamiento.- Puedes pasar 14 horas delante de tus temas, pero eso no quiere decir que estés asimilando.

Esto es una carrera de fondo, no un sprint. Vas a estar muchos meses estudiando, de manera que o lo tomas con calma o acabarás agotado en poco tiempo. Y lo que es peor, puedes acabar con alguna dolencia como el estrés.

Como todo, es una cuestión de método. Es importante que llegues al exámen fresco y relajado – siempre aconsejaba a mis alumnos que los últimos días no estudiaran, pues no vas a suplir en unos días el trabajo de varios meses. Simultanea una o dos horas de estudio con una o dos horas de descanso. Un ejemplo sería levantarte a las 8 de la mañana y estudiar hasta las 9,30 o 10 horas. Desayuna y descansa hasta las 11,30 horas. Estudia otras 2 horas y come. Después descansa otras dos horas y emprende el estudio desde las 4 a las 6. Sal a andar o hacer deporte – el deporte aunque no lo parezca es muy importante para mantener tanto tu salud física como mental – y luego estudia otras dos horas. Has estudiado 8 horas y has asimilado, y lo que es más importante, no te has desgastado mentalmente.

Conócete. En el momento en que te des cuenta que no asimilas o estás muy cansado, déjalo. No sirve de nada seguir sentado sin asimilar. Es el momento de hacer otra cosa, para luego reintentar seguir.

Un truco que solía hacer cuando no me concentraba era leer un cómic durante 5 minutos, pero luego seguir con los temas.

Por supuesto, también es importante descansar un día a la semana.

Tercer mandamiento.- No todo el mundo tiene el mismo tipo de memoria.

He tenido alumnos con una prodigiosa memoria visual y otros que si no escuchaban no memorizaban ningún texto. Yo era uno de estos últimos. Solución, me hice con un walkman y salía a pasear escuchando el Código penal y el Código civil. Vaya si los memoricé. Hoy tienes al abasto un mp3 por muy poco precio, para grabarte los códigos. Aprovecha tu tiempo, cuando pasees a tu perro o vayas de compras, no hace falta que intentes memorizar, simplemente deja que tu cerebro escuche.

Cuarto mandamiento.- No hay temas oficiales.

Los tribunales no tienen sobre la mesa a tal o cuál autor. Tienen códigos ¿Qué quiero decir con ello? Que cuando eres un profesional quieres que tu próximo compañero sea un buen profesional. Hay frases que todavía se escuchan en los tribunales como «derecho patrio» que suenan a rancio. Si quieres elegir a un buen profesional buscas a alguien que hable como tú, que se defienda como un compañero en una deliberación. Esto es, que domine las leyes y tenga claros los conceptos jurídicos.

Es imperdonable que hables de la libertad de contratar y no te sepas el artículo 1255 del Código civil.

A mi juicio, la oposición es saberse las principales leyes y añadir un pequeño comentario a los preceptos. Eso es infalible.

Pero hay otra cosa a añadir, la mayoría de temas están enfocados a tal o cuál autor, y puedes citarlos, pero como todo pastel debe tener su guinda ¿A qué me refiero? Pues a añadir a tus temas alguna sentencia importante. Por ejemplo, si hablamos de un delito de injurias, una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre libertad de expresión. Seguro que los miembros del tribunal la conocen, pero no tienen porque conocer los temas de tal o cuál autor.

Yo me aprendí las principales definiciones de los contratos en latín, pero le dedicaba unos pocos segundos y luego añadía alguna sentencia actual de algún Código comentado, en el desarrollo del tema. Un buen regalo siempre viene con un adorno y un cuidado envoltorio.

Finalmente, recuerda que el tribunal siempre te va a pedir legislación vigente. Por tanto, una lectura obligada es el BOE cada día.

Quinto mandamiento.- De nada sirve cantar un tema que hace un año que no has visto.

Un excelente preparador de Notarías de Valencia, el Sr. Llagaria, me enseñó definitivamente que los temas que se estudian no pueden ser abandonados más allá de dos o tres semanas.

Imagina el artista que hace dar vueltas a los platos en una barra. Llega un momento que debe regresar al primer plato antes que no se caiga. Así son los temas.

Sexto mandamiento. Poco y bueno.

A Castán le preguntaron una vez si había había hecho oposiciones a Registros. Su respuesta fue muy clara: «no me sé el Castán». Sin embargo, fue un gran Presidente del Tribunal Supremo.

Sin duda se refería a los tomos inmensos que muchos tenemos en casa. Yo tuve la suerte de hacerme con los apuntes que publicó en los años 50 con los temas para registros, y me sorprendió lo claros y escuetos que eran. Los actualicé y esos fueron mis temas de civil.

Hay temas en algunos libros que es imposible reproducir en 10/12 minutos.

Recuerdo que tenía un alumno al que se los resumía en 3 o 4 hojas y llegaba justo a ese tiempo.

Insisto, lo importante es que sepas derecho positivo y lo adornes con alguna cita o sentencia. Nada más.

Todos los que hemos sido preparadores recordamos a alumnos que han tardado 30 minutos en desarrollar un tema. Pero eso lamentablemente no nos sirve ante un tribunal.

Te pondré un ejemplo. Cuando ya llevaba bastantes meses opositando, cayó en mis manos un libro de Derecho civil para economistas. Estaba todo resumido en un tomo ¿cuál fue mi sorpresa al descubrir que más de la mitad de cosas no las sabía? Desde entonces comprendí que lo importante es dominar todos los conceptos. Y una vez lo conociera todo me sería más fácil desarrollar la exposición de los temas.

Séptimo mandamiento.- Ten libros de consulta.

Si lo que hemos quedado es que lo importante no es saberse los temas, sino saber Derecho. No te importe perder algo de tiempo en comprender lo que estudias. Memorizar sin entender lo que dices no tiene sentido. Yo, además del Castán tenía siempre a mano libros actualizados como Espín Cánovas, O’calleghan, Cuello Calón, Muñoz Conde, etc. En determinados momentos consultar esas obras me sirvió de gran ayuda. Lo podía decir con unas palabras o con otras, pero sabía siempre lo que decía.

Octavo mandamiento.- Todos los temas son importantes.

Todos hemos tenido temas que no nos gustaban y lo normal es que tendamos a dejarlos aparcados. Grave error. No hay temas bonitos ni feos, mejores o peores. Dejarte un tema puede costarte dos o tres años más de trabajo.

La mejor alumna que tuve me confesó que se dejó un tema al ir al tribunal. Hizo cuatro temas brillantísimos, pero el último era precisamente el que se había dejado. Al retirarse el propio tribunal le invitó a que siguiera, pero ella abandonó. Una pena y aprendida la lección, por supuesto, lo hizo muy bien en la siguiente convocatoria. Moraleja, el dicho popular tiene toda la razón de ser: más vale ser el último de esta oposición que el primero de la siguiente.

Recuérdalo debes arrastrar todos los temas.

Noveno mandamiento.- Ponte un límite vital.

Sacar la oposición no es una cuestión de vida o muerte. Pero una cosa si debes tener en cuenta, normalmente a los opositores que no han sacado la oposición les suele ir bien en la vida. Conozco a muchos en grandes despachos o que han hecho carreras en empresas. Para mí opositar a la Carrera Judicial o Fiscal no es una pérdida de tiempo. Al contrario, te puede dar una visión del Derecho que muchas veces no vas a encontrar en otras especializaciones.

Pero siendo importante lo anterior, a muchos de mis alumnos este es el primer comentario que les hacía: la vida no es la oposición.

Aunque esto es subjetivo, es normal hoy en día que los opositores a la Carrera Judicial y Fiscal puedan empeñar entre 4 y 5 años de su vida en sacar la oposición. Pero no entendería un opositor con más de 10 años opositando, y los he conocido.

Siempre después de iniciada una carrera profesional se puede volver a intentarlo, por ejemplo, por el cuarto turno, dónde se nos va a valorar los ejercicios que hubiéramos aprobado en las convocatorias libres.

Décimo mandamiento.- Método, trabajo y constancia.

En esas tres reglas se puede resumir la preparación de una oposición.

El esfuerzo sin método no sirve de nada. Nos va a agotar antes de tiempo y nos llenará de frustración.

Pero el método no puede sustituir nuestro trabajo diario. Aunque sea una hora, debes trabajar cada día. De nada sirve estar dos o tres días sin hacer nada y atiborrarte el día de antes para llevar algunos temas al preparador.

Hay que trabajar cada día relajadamente con horas de estudio y horas de descanso, pero cada día.

Y, finalmente, la constancia y la paciencia es la regla de oro de cualquier éxito en la vida. Me gusta mucho una frase que suelen decir en Norteamérica: en el momento en que pienses que has fracasado comienza el camino de tu éxito.

No pasa nada si suspendes en una convocatoria. Si lo dejas, has perdido el tiempo. Seguir puede ser el comienzo de tu éxito.

© José Antonio Mora Alarcón

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